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Drap Art · Festival · Upcycling · Art Sostenible

Modest Cuixart

Modest Cuixart creció en una familia de médicos y farmacéuticos, en un ambiente cultural. Inició sus estudios de medicina para seguir la tradición familiar, pero los abandonó a los dos años para dedicarse a la pintura, su verdadera vocación.

Junto con su primo Antoni Tàpies, Cuixart conoció a Joan Brossa, Joan Ponç, al filósofo Arnau Puig y a Joan Tharrats, con quienes en 1948 fundó la revista Dau al Set. Gracias a una beca del Instituto Francés, Modest viajó a París con Antoni Tàpies en diciembre de 1950. Allí conoció a Picasso y a Miró, asistió a la Sorbona y se impregnó del “art autre” de Dubuffet y Fautrier.

A finales de los años 50, Cuixart comenzó a crear sus famosos drippings metálicos, que forman parte de su informalismo material único. Elogiado por los críticos más prestigiosos del mundo como un verdadero innovador del informalismo a escala internacional, ganó algunos de los premios más codiciados: la Medalla de Oro en el prestigioso Premio Suizo de Pintura Abstracta y el Gran Premio de Pintura en la 5ª Bienal de São Paulo, compitiendo contra figuras como su admirado Francis Bacon, Alberto Burri, Karel Appel y Lucio Fontana.

Este fue un periodo espléndido, durante el cual su éxito se multiplicó, participando en los principales eventos internacionales y exponiendo en los principales museos y galerías de numerosos países. Coleccionistas de alto nivel de todo el mundo adquirieron sus obras. Se publicaron artículos elogiosos de los mejores críticos en revistas internacionales de prestigio, como Art Actuel International (Lausana), Quadrum (Bruselas) y Arts Magazine (Nueva York), entre muchas otras. André Breton pensó en él al seleccionar a un pintor español para la exposición surrealista internacional E.R.O.S., que organizó en 1959 junto a Marcel Duchamp para la galería Daniel Cordier.

A principios de los años 60, Cuixart abandonó el informalismo, influenciado por el pensamiento de Bertold Brecht, y centró su obra en la experiencia humana y los objetos. Tras sus dramáticas muñecas quemadas (Niños sin nombre), que simbolizan las víctimas inocentes de la violencia, inició una etapa de gran originalidad, combinando rasgos orgánicos, siniestros y eróticos. Esta etapa marcó su éxito en Nueva York, donde fusionó el informalismo material con el grafismo en tinta y colores suaves.

La obra seleccionada para la imagen de Drap-Art de este año, Post Salut (1963), proviene de esta etapa. Según Raquel Medina, Doctora en Historia del Arte, crítica de ACCA-AICA y comisaria independiente:

“Esta pieza corresponde a un momento en el que el artista considera que el informalismo, que le había traído tantos éxitos, ha quedado obsoleto y en su obra irrumpen otras preocupaciones relacionadas con la problemática del ser humano. Son las primeras piezas en las que, mediante la incorporación de objetos y fragmentos (muñecas, aviones, zapatos…) refleja y denuncia las tragedias de las víctimas inocentes de todas las guerras. De hecho, rememora y exorciza uno de sus fantasmas personales: los terribles bombardeos de Barcelona que vivió a los 13 años”.